Convivir con una persona con TEA no es fácil. Las parejas también necesitamos expresar aquello que sentimos, vivimos, sufrimos…..
Paso de leer como espectadora a plasmar mis vivencias. En esta primera ocasión escribo como si fuera Íñigo porque la mayoría de las veces sé más lo que le pasa que él mismo.
¿Cómo fue su viaje a Madrid? A continuación te lo cuento.
Viajo a Madrid
Vengo desde Barcelona después de siete horas y media de viaje en autobús. Llego a la Avenida de América y necesito ir a la Estación Sur de Autobuses en Méndez Álvaro para coger otro autobús y trasladarme a San Martín de Valdeiglesias donde me espera mi mujer.
La primera duda que me surgió, ya la noche anterior, fue si comprar un billete de metro sencillo o sacarme el abono mensual, ya que con mi discapacidad el precio es bastante reducido y si hago cuatro o cinco viajes amortizo lo pagado. La vacilación se disipa enseguida. No llevo ni un euro en efectivo y sólo se puede pagar a partir de una cierta cantidad. Así que el abono mensual es lo único factible para poder pagar con tarjeta.
Madrid, primera parada
Llego a Méndez Álvaro y me indican que los autobuses para San Martín de Valdeiglesias salen de Príncipe Pío. Consulto qué hago. Me sugieren que pida un billete para El Tiemblo, al fin y al cabo está a pocos kilómetros. Me dicen que también salen del mismo sitio. Vuelvo a preguntar y me aconsejan que con el cansancio de tantas horas de viaje y mi intranquilidad pida uno para Navaluenga. Así que de nuevo se produce un cambio de planes. Soy asperger y esto es lo peor que me podría pasar.
Al acercarme a la taquilla de nuevo, me deben tomar por un loco, me dicen que los autobuses para Navaluenga salen a las 10,30 horas. Repregunto, ya tengo a mi mujer de los nervios y preocupada. Me comenta que coja el metro hasta Príncipe Pío o el cercanías. Es sólo la primera parte de lo que me espera esta mañana.
La segunda parte es aún más jugosa. Aún no he desayunado, al menos me he tomado un yogur que traje, gracias a los consejos, y unos tragos de agua. Me indica el número de autobús y los horarios. Me quedan unos cuarenta minutos para coger el primero. Sólo puedo coger el metro porque el cercanías no admite mi tipo de abono, ahora estoy a punto de amortizarlo. Al llegar a Príncipe Pío pregunto si admiten el pago con tarjeta y, por supuesto, la respuesta es negativa.
Buscamos entre los dos, siempre a través de nuestra conversación por telegram, los bancos más cercanos. Me aproximo al que me indican en la web y ha cambiado de nombre. No me sirve. Llevo las llaves de mi vivienda de Madrid, que está a sólo quince minutos andando, así que me dan ganas de irme para allá y por fin poder descansar. Pero me puede más ver a mi mujer, así que cojo un autobús desde el Paseo de la Florida y subo a Gran Vía.
La indicación es que hay un banco en Plaza de España. Este trámite es relativamente sencillo. Saco dinero, sin cobro de comisión, ya que no lo había hecho dos días antes por el abuso. El dinero es mío y quieren cobrarme por sacarlo. ¿Es una broma?
Ahí te quedas Madrid
Quedan apenas veinte minutos para que salga el autobús. Así que bajo la Cuesta de San Vicente como un poseso buscando un bus que me acerque lo antes posible a Príncipe Pío de nuevo. No hay suerte. En el camino continúo con mis dudas e inseguridades y las traslado. No puedo evitarlo. No voy a llegar a tiempo. Me tranquiliza, -sí llegas, estás como mucho a cinco minutos andando.
Llego a la estación, tengo que preguntar de nuevo por la dársena, ya que con todos los nervios no me acuerdo. Me estoy meando. Compro el billete y a las 9,30 estoy en el bendito autobús. Llevo pronto doce horas viajando. Mi arrivo a San Martín se produce casi a las 11 de la mañana, con un poco de retraso, pero coincide con la llegada de mi mujer a buscarme. Me parece un milagro. Estamos en Semana Santa y siento que aunque suene exagerado he pasado la Pasión de Jesucristo…
Madrid, Madrid, Madrid……..
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María Ángeles Martín
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Espléndidamente descrito! Yo también he vivido situaciones así.
Me alegro que te haya gustado.
Pero no tienen carro para moverse Qué maldición que mucho país requiere licencia para conducir y poco apoyo como Puerto Rico 🙁
Felicitaciones y gracias por compartir esto… mi hijita de 11 es aspie y se q las improvisaciones y cambios la alteran mucho como enseñarle q hay otras cosas q debe buscar si no puede ir por un lado?
Hola, hace poco he estado en Madrid y también me costó habituarme al principio. Te aconsejo que la próxima vez que vayas a una ciudad que no conozcas, consultes la información en Google Maps o en una plataforma similar. Este tipo de aplicaciones ofrece información fiable sobre transportes públicos y horarios.
La mayor ventaja que le veo a las grandes ciudades es que las calles y los lugares de interés suelen estar bien señalizados, en las ciudades pequeñas es más difícil orientarse, al menos para mi.
Un saludo y aprovecho la ocasión para felicitaros por vuestro blog
La palabra » Aspie » no me gusta nada yo soy Asperger y no soy ninguna mascota a quien llaman «»Aspie «.