Se habla de monotropismo, una característica típica de autismo, cuando una persona tiene un rango restringido de intereses y sólo puede centrar la atención a lo que es en su interés.
Esta hipótesis se publicó en 2005 y fue desarrollado por Dinah Murray, un Doctor en Filosofía; Mike Menor, un matemático; y Wendy Lawson, un trabajador social; y se refiere a la atención en túneles como la característica central del autismo. Los individuos con monotropismo tienden a estar demasiado centrados en un determinado objeto o actividad y encuentran dificultad en el cambio de su atención, mientras que un individuo politrópico es capaz de difundir su atención a múltiples cosas a la vez. Los individuos con monotropismo a menudo muestran estereotipias que se producen porque el individuo centra su atención en una sola cosa. También se relaciona con el monoprocesamiento, que se define como la capacidad de procesar información de una sola fuente a la vez. Esta es una forma de hacer frente a su hipersensibilidad a la información sensorial.
Neurobiología del monotropismo
Los individuos con monotropismo tienen problemas de el rendimiento debido a la disfunción en la regulación de la atención, lo que significa que les funciona de modo diferente al habitual las partes del cerebro que controlan el comportamiento y la atención. Los niños con monotropismo en general tienen un mal desempeño en tareas que implican la función ejecutiva , atención, velocidad de procesamiento y la coordinación motora. Se ha encontrado que los niños con autismo tienen puntuaciones significativamente más bajas de lectura que otros niños. Los niños con autismo y TDAH también tienen un desempeño significativamente peor en tareas relacionadas con la lectura, la atención, grafomotricidad y velocidad de procesamiento.
Una característica que define a las personas con monotropismo es que tienen problemas relacionados con el cambio, el mantenimiento y la atención. Múltiples estudios han sugerido que las anormalidades del cerebelo podrían correlacionarse con estas tendencias, y que en estos individuos el cerebelo deben trabajar más de lo normal para lograr tareas. Las áreas prefrontales han sido conocidas por tener una mayor excitación en el cerebro de estos niños también. La cantidad de atención disponible es limitada, por lo que los procesos cognitivos se ven obligados a competir. Las tareas que requieren una amplia capacidad de atención incluyen la interacción social, el lenguaje y la atención, por lo tanto las personas con monotropismo tienen problemas con todos ellos y no reaccionan bien al cambio no anticipado.
Funciones ejecutivas del monotropismo
Por lo general, las personas monotrópicas tienen problemas con los procesos cognitivos que conforman la función ejecutiva, incluida la planificación, flexibilidad mental y automotivación. Se ha demostrado que la función ejecutiva está directamente relacionada con las cortezas frontales y prefrontales y que la dopamina influye en muchas funciones ejecutivas, incluyendo la atención, la actividad motora, conducta social y la percepción del mundo exterior. Otros trastornos que muestran problemas con el funcionamiento ejecutivo incluyen trastornos del espectro autista, trastorno de déficit de atención, trastorno bipolar y esquizofrenia.
Los problemas relacionados con la memoria específicos de la función ejecutiva que los individuos con monotropismo suelen mostrar involucran a la memoria retrospectiva, la memoria prospectiva y las intenciones de ejecución. También se sabe que tienen problemas con la memoria de trabajo, la inhibición, la atención sostenida, y la flexibilidad atencional.
Los signos y síntomas
Individuos con monotrópismo tienen problemas para procesar múltiples cosas a la vez, sobre todo cuando se trata de realizar múltiples tareas mientras escucha. Algunos tienen problemas para tomar notas en clase mientras escuchan a un maestro, mientras que otros son tan extremos que no pueden mirar a la cara de una persona y comprender lo que están diciendo al mismo tiempo.
Algunos de los signos comunes de una persona con monotropismo incluyen:
- Lapsos de atención cortos.
- Dificultad multitarea.
- Reacciones inadecuadas a situaciones.
- Comportamientos repetitivos tales como estereotipias.
- Obsesión con partes de objetos.
- No hay relaciones con los compañeros.
- Problemas sociales.
- Incapacidad para compartir emociones, la empatía.
- Retraso o ningún discurso.
- Resistencia al cambio.
- La incapacidad de ponerse «en los zapatos de otra persona».
Para que un niño sea diagnosticado con TEA, él o ella debe exhibir un comportamiento restringido y repetitivo. Estos comportamientos surgen debido a la incapacidad del individuo monotrópico para desviar la atención y provocan la obsesión con un objeto o ritual. Un síntoma común de los TEA es un trastorno motor, pero eso no está clasificado como criterio para el diagnóstico.
Menor y Murray describen la mente de un individuo monotrópico y dicen que tiene la capacidad de desarrollar una gran profundidad en un interés o habilidad más que ganar amplitud en una variedad de intereses.
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Iñigo Mezcua
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excelente soy profesora y tengo una alumna con estas características.Muchas gracias por la información
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